REFLECT!
Es tiempo de desidir

Contaminación Genética

Es la transferencia incontrolada o no deseada de material genético (por medio de la fecundación) hacia una población salvaje. Tanto desde organismos genéticamente modificados a otros no modificados, o desde especies invasivas o no nativas hacia poblaciones nativas. La contaminación genética afecta el acervo génico (patrimonio genético) de una población o especie, y puede afectar la biodiversidad genética de una población o especie.
Este flujo genético es indeseable para algunas organizaciones ambientalistas y conservacionistas como Greenpeace, TRAFFIC y GeneWatch UK. Este término se ha usado desde hace varios años por parte de algunas organizaciones ecologistas para describir el flujo de genes (indeseable según sus criterios) desde especies domesticadas, importadas o asilvestradas hacia poblaciones salvajes autóctonas. El término ha sido usado por biólogos de la conservación, ambientalistas y conservacionistas para describir el flujo de genes desde especies domesticadas, no nativas o asilvestradas hacia poblaciones salvajes autóctonas.
Este flujo de genes se da en plantas mediante la polinización y en animales mediante el apareamiento. El término se ha ampliado últimamente desde su definición original para incluir la transmisión de genes, desde un organismo genéticamente modificado (OGM) a uno no modificado.

EFECTO SOBRE ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Comprometer plantas o animales salvajes en peligro de extinción puede tener un significado cierto en el caso relativo a los taxones amenazados con baja población. Un ejemplo es el perro salvaje africano, cuyo estado de conservación está amenazado no sólo por la pérdida de hábitat, sino también por la mezcla de genes debida al flujo genético de cánidos domésticos, ya que la población humana está asociada a los perros domésticos y éstos se entrecruzan con especies salvajes, contaminando así el genoma de los perros salvajes africanos.
         

EFECTOS TRANSGÉNICOS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE
Más del 80% de los alimentos transgénicos está modificado para tolerar hierbicidas o insecticidas. Esto tiende a la evolución de hierbas e insectos que son resistentes a plaguicidas y que requieren de químicos cada vez más potentes (y peligrosos) para poderlos eliminar. Esto resulta en una mayor contaminación de aire, suelo y agua por toxinas como el 2,4-D (un ingrediente principal en el Agente Naranja) y da motivo para la preocupación sobre organismos (plagas o malezas) completamente resistentes a los químicos agrícolas, parecido a lo que está pasando con las bacterias debido al uso indiscriminado de los antibióticos. Además, existe la posibilidad de la evolución de enfermedades nuevas que se puedan transmitir de planta a animal o inclusive de planta a persona, a través de la transferencia horizontal de los genes modificados.

Amenazan a la biodiversidad:
Los organismos GM pueden amenazar a la biodiversidad de varias formas, aunque no se ha realizado suficiente investigación para saber exactamente cómo.
Sin embargo, los estudios existentes indican los siguientes riesgos:
Los organismos GM, las "super hierbas" y "super insectos" compiten con la flora y fauna nativa. En esta situación, los transgénicos utilizan los recursos que los organismos nativos necesitan para vivir. Así las especies más delicadas podrían llegar a la extinción. Como todo en la naturaleza está vinculado, esto puede tener efectos inesperados.




EFECTOS EN LOS ALIMENTOS

De especial preocupación resulta cuando los genes contaminantes acaban en nuestros alimentos y son consumidos sin darnos cuenta. No hay que ser un experto en la materia para deducir que las experimentaciones a pequeña escala en parcelas reducidas pueden significar focos de contaminación y filtración.
El mayor riesgo de filtración genética procede de la excesiva tolerancia en las legislaciones hacia los cultivos transgénicos, que permiten el cultivo y el procesamiento de variedades que están prohibidas en muchos países del mundo. Pero, al final, los productos transgénicos se acaban introduciendo en muchos países debido a la falta de un etiquetado, ausencia de controles seguros, permisividad de una clase política corrupta y a causa de las presiones y chantajes comerciales a través de la OMC, FMI, ajustes estructurales, etc.
              

¿Cómo evitar consumir alimentos transgénicos?
La primera recomendación para no comer transgénicos es elegir alimentos frescos y naturales y evitar los alimentos industrializados que pueden contener ingredientes transgénicos. Esta sencilla acción puede garantizar una alimentación libre de transgénicos y saludable, al evitar también los azúcares, grasas parcialmente hidrogenadas (trans), aditivos, colorantes y conservadores que contienen los alimentos industrializados.






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